Resulta interesante ver como mis obsesiones momentáneas me llevan a lugares tan distintos. Hace 6 libros que me siento desolada al leer la ultima pagina, desolación que solo se cura empezando otro; digo que es bizarro porque he pasado por estar obsesionada con países, actrices, directores, épocas y estilos de música, y cada una de esas obsesiones me lleva a sitios diferentes, donde no puedo decir que se convierte en un aprendizaje vano, puesto que todo contribuye al engrandecimiento del interminable conocimiento cultural, que en ultimas solo sirve para entender un 1% mejor el mundo y parecer interesante ante otra gente igual de llena de datos inútiles como tu.

Ahora mi gran fascinación es con los libros, desde el 7mo libro de mi saga favorita de Harry Potter siento la necesidad de leer de la misma manera que siento la necesidad de comer. Apenas esta mañana mire hacia el techo preguntándome si en realidad valía la pena pasarme tanto tiempo encerrada en mi habitación sumergida en unas paginas cuando podría estar afuera disfrutando del aire libre; pero no, al menos mientras continuo obsesiva para mi si tiene mucho valor perderse en el mundo de otra gente, distrayéndose de la realidad propia por mas buena o mala que esta pueda ser en comparación con la de los personajes de las historias que lees.
Me terminé Madame Bovary apenas ayer, y me dejó con una posición muy reflexiva ante un personaje que podría ser victima de múltiples interpretaciones morales, digo victima al pensar que lo mas posible es que sea atacada por la gente que tiene el privilegio de leerla. Digo leerla (a ella) y no leerlo (el libro) puesto que el universo de la historia es ella y tan solo ella, Flaubert se deleitó inventando un mundo que dependía solo de su existencia en comparación con otras obras que podrían ser (a pesar de su alto contenido introspectivo) independientes de sus personajes principales. En Madame Bovary todo diferente a ella parece relleno, y ni siquiera las personas y las historias a su alrededor valen lo suficiente para ser tomados realmente en cuenta.
Madame Bovary es un mujer muy adelantada a su época, puesto que si bien en realidad no vemos una sociedad retrograda (según los parámetros actuales) si vemos un espíritu en descontento con lo que lo rodea, con ansias de otros tiempos y condiciones. Bovary no es un arquetipo convencional femenino, y no lo quiere ser tampoco, envidia con fervor las almas libres de los hombres y sus vidas aparentemente mas fáciles que la suya o la de cualquier mujer; es por eso que su personalidad y su encanto se trata de que está por encima de lo que es una mujer, bien conservando los encantos físicos y las delicadezas típicas de la femineidad, pero con un carácter igual al de un hombre, razón por la cual odia a su esposo, porque ella quiere a un igual, a alguien que le despierte retos y pasiones, y siendo este un pusilánime poco ambicioso embriagado de amor por ella, representa la debilidad y el poco heroísmo que ella considera indecorosa en los hombres.
Sin embargo su principal problema radica en su anhelo por la felicidad y el amor, que busca encontrar en cosas y personas externas, lo que contiene para mi un rasgo muy humano que me hace sentir identificada con ella, y que se trata de ese espíritu insaciable que siempre nos hace desear algo y pasarlo por alto cuando lo obtenemos gracias a que hemos puesto ya la vista en algo mas, a mi parecer eso es lo que la impulsa a sentirse insatisfecha incluso cuando siente la felicidad y el amor que busca, y encuentra brevemente en sus aventuras amorosas.

Por otro lado ella parece rodeada de un aura de ingenuidad que me hace compenetrarme con su causa y me imposibilita juzgarla, la querida Madame no es una persona que piense mucho en lo que sus acciones le podrían acarrear, es una mujer que tiene como principal impulso la realización de sus deseos sin importar lo que pueda ocurrir, es meramente sentimental y muy poco reflexiva; tal vez me atrevería siquiera a considerar juzgarla si viera en ella una continuación de sus acciones con la conciencia de la desgracia, pero ella jamas ve la desgracia hasta que ya no la puede rehuir, entonces ¿como culparla?. Flaubert hace un trabajo introspectivo evidente en la Madame en su papel de escritor, pero despoja a la propia pobre Emma de una conciencia introspectiva para consigo, llevándola a un final fatal cuando la realidad le pasa cuentas.
La pobre Madame es solo victima de sus propios descuidos y de un alma demasiado idealista, pero con una valentía férrea y una voluntad mas grande que ella, logró si bien no alcanzar en su totalidad lo que siempre quiso pero si tener la posibilidad de ir en busca de ello y creo con amplia convicción que la intención de Flaubert al escribirla fue posicionarla como una heroina y si no lo fué me atrevo a dar entonces una terrible concepción subjetiva: para mi SI lo es...